No sé que maldito ataque me dio esta vez, pero no puedo dejar de escribir frente a este ordenador, que ya medio me tolera, pero sigo sin caerle bien, a pesar de qué no tengo absolutamente ninguna idea medianamente decente de que echar mano, para escribir un post, pero, ahí les va esto, como ya no me gusto a eso de “Cita” ahora se llamara la hora del plagio, pues me parece que va más acorde, y traigo el cerebro seco.
“Para convencernos de esta verdad echemos una ojeada sobre los pocos individuos que permanecen fieles al insensato culto de nuestros padres; veremos si en su conjunto no integran la casta, tan injustamente despreciada, de los monárquicos y de los aristócratas. Que el esclavo de un bandolero coronado se arrodille, si así lo desea, ante un ídolo de manera, un objeto de manera, un objeto que esta hecho para su alma de barro.
¡Quién sirve a los reyes debe adorar a los Dioses!”
Márques de Sade
Filosofía en el tocador.
“¿Quién puede alzarse contra mí?
El rayo está en mis manos
¿Quién osa traer aflicción
Al sitio que yo decido bendecir?
Por la mañana temprano llegó a mi casa. Iba mojada, como un árbol del jardín. Sabía de mí, porque soy su madrina, y creía que yo tenía conocimiento para aclararle muchas cosas sobre las ninfas y los centauros. Me encontró en el momento en que yo iba a subir a mi coche con dirección al balneario de Norderney. De esta forma llegamos aquí las dos, buscando la saludad en el agua salada. Y para brillar en la penumbra de nuestro alojamiento dijo al cardenal, que había estado escuchando con atención la narración de la anciana.
-Madame –intervino Jonathan-. En realidad yo no sé si os parecerá cosa extraña, pero nunca he oído decir, ni me ha pasado por la imaginación hasta que lo he escuchado de vuestros labios, que las mujeres bellas puedan sufrir. Yo las he considerado como flores preciosas y delicadas que es preciso tratar con cuidado.
La Inundación
Siete cuentos góticos
Karen Blisen
Update:
Alguien me dejo un bonito comment, que a continuación les pongo
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