Es como si los dos se pusieran de acuerdo, para darme en la madre, pues Chicane, es uno de esos proyectos que si no te hace ir a otra época ficticia o real, dónde eras feliz, no eres humano, así de sencillo. Para los pequeños nuevos adictos a la música electrónica, Chicane es… es… su padre, pues antes de que nacieran monstruos mediaticos como Tiësto, Armin o el mismimo Paul van Dyk, él ya era alguien en la industria de la música. Dije de la música, pues Bryan Adams, Tom Jones, etc, ya le habían hecho vocales para sus tracks.
Han pasado muchos años, desde que me obligaban a escribir hoja tras hoja de palabras sin sentido en una máquina de escribir, quesque para que aprendiera a escribir rápido, sin errores, y sin ver el teclado, y la neta eso ocurrió pero gracias al mensajero de msn. Ja.
Cada vez que me obligaban a estar metida en un salón enrejado, me sentía la protagonista de Don’t Give Up que sueña con salir de un mundo monotono e impostivo… Ahora, las cosas no han cambiado mucho, pero parece ser, que soy un poco más libre que en aquel entonces, pero aún siento de repente unas enormes ganas de mandar todo a la chingada, aunque sea por un rato. Pero como buena workaholic, no mas no puedo.
Buscando, justamente ese video, me encontre uno nuevo de este muchacho cuyo nombre real es Nick Bracegirdle, digo, por si les interesa saberlo, e igual que hace siete años se me movieron los recuerdos, las historias chidas, y las no tan chidas de mi pequeño y no muy sano corazón de Grich. El video cuenta la historia de una sirena fuera del agua… mejor denle play, y echense un martini a mi salud, mientras lo ven.
Las vocales son de Natasha Bedingfield…
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